Se asemeja mucho al los bizcochos hechos con yogur, pero tiene la peculiaridad de estar hecho con esta crema tan rica y tan poco convencional, con un toque de chocolate que le da un sabor delicioso y muy suave!!!
- 4 huevos
- 2 tazas de azúcar
- 3 tazas de harina
- 1 taza de aceite de girasol
- 1 cucharada de azúcar de vainilla
- 1 terrina de Philadelphia Milka 150g.
- 1 sobre de levadura
Comenzaremos batiendo los huevos en un bol grande. Le añadiremos el azúcar y el azúcar de vainilla, y continuaremos batiendo. Yo lo he hecho a mano, pero lo podéis hacer con la amasadora eléctrica a velocidad baja. Poco a poco le añadimos la harina tamizada junto con la levadura mezclada. De esta forma la levadura se mezcla bien y sube todo de forma homogeneizada.
Le añadimos el aceite sin dejar de remover para que toda la mezcla quede cremosa. Cuando esté bien amasado y el aceite este bien incorporado, añadiremos toda la terrina de Philadelhia a removeremos de manera continuada y siempre hacia el mimo sentido,para que se mezcle todo bien.
Cuando lo tengamos todo listo, pondremos la masa en un molde alto de unos 20 cm de diámetro que habremos untado de margarina o mantequilla para poder desmoldar mejor el bizcocho. Yo lo he puesto en un molde con forma de rosca, porque de esa manera se hace mejor por dentro.
Recordad, antes de ponerlo en el horno, este ha de estar ya caliente. Lo hornearemos durante 30 minutos con calor arriba y abajo. Después, continuaremos horneando con calor solo por debajo durante 15 minutos más.
Cuando pase ese tiempo, dejadlo enfriar durante un rato encima de una rejilla. Sacadlo del molde y ponedlo en un plato. Listo para servir.
Tenemos un bizcocho crujiente por fuera, dulce por dentro, y muy, muy rico. El toque justo de chocolate que no empalaga y nos da un bizcocho que se puede acompañar con un poco de helado de vainilla o de nata.
¡¡¡Besos de Milka!!!